lunes, mayo 03, 2010

Para todas las mamás (y también para la mía)

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Imagen cortesía de vis-space

 Madre, la primera vez que te vi no lo recuerdo
sin embargo han de haber saltado chispas.
Tú y yo nos enamoramos
yo te necesitaba, y tú a mi.

 Madre, siempre te he amado, desde que te conocí,
no lo recuerdo, pero ha que ser así, lo siento.
Eres mía por derecho y yo soy tuyo para siempre:
A los dos nos une un amor mutuo que supera cualquier viento.

 Madre no siempre pensé que eras la mejor, lo admito,
pero tú siempre estuviste ahí para mi, día a día.
No siempre estuve yo para ti, insolente,
mas tú siempre dejaste de soñar y dormir por culpa mía.

 Nunca pensé en escribirte nada, madre, puesto que tú lo sabes todo;
Eres culta, eres sabia, eres todo amor y das confianza.
Yo jamás llegaré a ser ni la mitad de bueno que tú eres
porque tú no sólo eres madre, eres esperanza.

miércoles, enero 06, 2010

Que he sacado con quererte


Qué he sacado con la luna
que los dos miramos juntos
Qué he sacado con los nombres
estampados en el muro
Como cambia el calendario
cambia todo en este mundo
Ay ay ay Ay ay

Qué he sacado con el lirio
que plantamos en el patio
No era uno el que plantaba
eran dos enamorados
Hortelana tu plantío
con el tiempo no ha cambiado
Ay ay ay Ay ay

Qué he sacado con la sombra
del aromo por testigo
Y los cuatro pies marcados
en la orilla del camino
Qué he sacado con quererte
clavelito florecido
Ay ay ay Ay ay

Aquí está la misma luna
y en el patio el blanco lirio
Los dos nombres en el muro
y tu rastro en el camino
Pero tú, paloma ingrata
ya no arrullas en mi nido
Ay ay ay Ay ay

martes, diciembre 08, 2009

Beso



El camino que parte desde mis labios y termina en los tuyos es el más largo viaje que una persona puede recorrer.

Especialmente si se hace el camino solo...

jueves, octubre 08, 2009

Un sueño y el viento

Una vez tuve un sueño.

Lo relegué, doblé en varias partes y lo guardé, esperando el mejor momento para desenfundarlo y disfrutar al máximo posible el sueño que tuve.

Una vez que lo saqué del escondite y lo abrí, el sueño se había resquebrajado y partido en varios pedazos pequeños, que se perdieron por entre medio de mis dedos...

¿Para qué guardé tanto algo que se llevó el más pequeño viento?



domingo, septiembre 27, 2009

Mi miedo a nadar


Érase una vez la reina del mar, la dueña de mis sueños.

Ella nadaba tranquila en el agua, serpenteando burbujas mientras los peces de colores miraban desconcertados. Nada se comparaba a su gracia gentil, su natural encanto y sus ojos color verde que se confundían con el mar.

Un día posé mis ojos sobre ese ser.

Fue el último de mis días tranquilos. Soñé veinte mil noches con su sonrisa y sus labios, con sus gráciles movimientos dentro y fuera del agua. Jamás mi vida volvió a ser igual. Un día, decidí ir al mar a encarar a la reina del lago, a recuperar la cordura que perdí desde la primera vez que la vi.

Allí, ella me miró. Quedé hipnotizado. No sabría contar con certeza que fue lo que le dije, sólo quedé mirándola fijo. No me invitó a nadar con ella, así que terminé mirando y viendo como se movía en el agua. Al cabo de tres horas, sólo sabía que quería estar allí mirándola eternamente. No me importaba que coqueteara con los peces, o que las algas contornearan su figura. Sólo era feliz mirándola, cada movimiento transformado en verso, como el bufón que habla en parábolas para hacer reír al rey perverso.

Un día ella decidió huír. Los peces, el agua calma y las algas no fueron suficientes. Se buscó nuevos mares, horizontes celestes y cielos naranja. Hasta hoy, la extraño. A veces escucho rumores de ella en boca de marinos, o ciegos que claman haber soñado con ella. Y no dejo de pensar en que, en todas esas tardes que la miré nadar, ella fue mía: Fundida en mi sentir, siempre la amé. Y, mierda, al amar haces a una persona parte de ti, no importa si ella te ama de vuelta.

No sé nadar pero si me hubieras invitado a nadar contigo... hubiese preferido morir ahogado, pero a tu lado. Lástima que el amor es tan sencillo, pero a la vez enmarañado de entender y difícil de sentir, al menos con libertad.

Créeme, de verdad, aún te amo.



Fotografía cortesía de la bella Ingerina. Todos los derechos reservados.

lunes, julio 20, 2009

La Profundidad de un sueño

Voy a contarte algo que me pasó. Voy a contarte que anoche soñé contigo.

Estábamos los dos sobre la azotea de un edificio.
Yo me acuerdo que el cielo estaba así como naranjo, y tú estabas parada sobre el borde. Tenías un vestido, no me acuerdo el color, pero flameaba porque había mucho viento.
Tú me estabas mirando, y yo te estaba mirando.
Me acerqué y te tomé una mano, temeroso. Después te tomé la otra y te apreté fuerte. Todavía tengo ese recuerdo tan ultra-súper vívido. Fue tan fuerte que nuestras manos se pusieron rojas.
Te empujé hacia mi y te abracé fuerte. Te prometo que fue tan vívido como aquella vez que nos abrazamos fuerte años atrás. Te apreté, cada vez más fuerte, y nos fundimos en un beso largo y pasional.
Cuando miré de nuevo estábamos flotando... habían algo así como estrellas en el cielo naranja, mientras seguíamos abrazados. Tú apoyabas tu cabeza en mi pecho y yo sólo olía tu pelo, y palpaba tus brazos con mis pulgares.

Lamentablemente ahí desperté. Cerré los ojos de nuevo tratando de retomar el hilo del sueño, pero no pude. Pero
claro, jamás me he podido sacar tu imagen del interior de mis párpados.

Eso, desde el día en que te vi...

domingo, marzo 15, 2009

él y ella

Él tenía 80 y ella 78. Se conocieron en la casa de reposo.Fue amor a primera vista, por así decirlo. Él se enamoró de ella y lo hacía cada vez que la veía, pues no recordaba lo sucedido. Su sentimiento era un eterno amor a primera vista. Ella nunca lo vio en rigor, pero se enamoró apenas él le habló con su voz cristalina. Así mantuvieron su relación. Un día, ella vislumbró una intensa luz y vio a su hombre vestido entero de blanco, tocando la lira. Fue la primera y última cosa que vio, producto de una ensoñación de su cerebro al morir. Desde ese día, Él jamás la olvidó. Siempre recordó sus ojos, sus labios, su pelo. Jamás recordó qué día empezaron, o cuándo era 
el día de los enamorados, o cuándo murió. Su enfermedad y la vida le enseñaron que recordar fechas no es importante cuando los sentimientos son verdaderos y se agolpan en el pecho, igual que las lágrimas pelean por no salir de sus ojos. Aún hoy ella lo espera. Él también espera por la ensoñación mágica que los juntará de nuevo. Esta vez, para siempre.

Él y ella es un cuento escrito por mí, dedicado para nadie y escrito con fecha del día de los enamorados.

miércoles, enero 14, 2009

Cumpleaño(s)



Cumpleaños, deseos envueltos,
cariños sinceros, sonrisas abiertas;
Torta de cielo y vela de estrellas
Luna con cinta y arcoiris de risas y besos.
Regalo es mi tiempo escribiendo esto
de reloj gastado en sentimiento profundo
en arenas de mar plagadas de conchitas doradas
que saludan sonrientes el día de tu llegada.

Hoy naciste, mañana te irás,
quizá nunca llegues, pero en mí siempre estarás
prendida, alada, ensoñada
presa de jaulas de esperanzas blancas
víctima de regalos que parecen trofeos
abrazos añejos, vino, fiesta, sueños.

Cada día es nuevo desde que naciste
dios improvisa el orden de los acontecimientos
el diablo esconde su plan malévolo
llegas tú, arruinas todo arreglo,
y entregas algo nuevo, fulgurante, eterno.

Quien sabe cuánto tiempo estés acá,
y cuánto tiempo más pensarás en mí
¿Quién sabe si me querrás?
pero desde que naciste,
la esperanza nació
Y yo sé que aferrado a esa esperanza
aún tengo una posibilidad, remota,
pero firme, como lápida de muerto.


Si hoy naciste, hoy nace el mundo
anclado en tus pechos, creado en tu pelo
quizá yo viva en otro mundo, ajeno a lo tuyo
pero te quiero, y ese maldito sentimiento
une mi mundo al tuyo
en añoranzas y destellos...
en esperanza.

domingo, diciembre 28, 2008

Feliz año nuevo

Las copas están sobre la mesa y el silencio desborda el comedor como inundación. Estoy sentado frente a una silla vacía, imaginando que estás tú. Te sirvo vino, para celebrar. Celebrar el nuevo año, celebrar que estamos juntos y celebrar la feliz vida que llevamos. Vierto un poco de vino en la copa e imagino que hacemos un par de comentarios sobre su calidad, su aroma, su sabor. Claro, imagino que lo pruebas. Yo lo hago, para romper el hielo. Tú no dices nada, pero me miras nerviosa. Si supieras que yo estoy igual de nervioso y que ruego por el calor de tus manos, por el brillo de tus ojos, por la brisa de tu sonrisa.
Miro de nuevo y la silla está vacía y tu copa llena. Al final, de toda mi celebración sólo hay dos cosas seguras: Es año nuevo, y tú no estás conmigo.

Bailo solo en la oscuridad esperando a que tú vuelvas, te sientes en la silla y me digas todo aquello que te has negado tanto tiempo. Ruego, espero, que este año que se va se lleve todos mis malos recuerdos y te traiga de vuelta sana y salva.

Sigo sentado, en la oscuridad, a ver que pasa. La esperanza, obvio, no me la puede quitar nadie.
Te espero, acá sentado. Tengo toda una vida para esperar...


miércoles, diciembre 17, 2008

Better Man


Esperando, mirando el reloj, son las cuatro en punto, esto tiene que terminar


Dile, no soportes más, ella practica su discurso
Y mientras él abre la puerta, ella se acuesta
Finje dormir mientras él la mira por encima
Ella miente y dice que lo ama, no puede encontrar un mejor hombre
Sueña en colores, teñidos de rojo, no puede encontrar un mejor hombre
No puede encontrar un mejor hombre

Hablándose a si misma, nadie más necesita saberlo
Se habla a si misma


Recuerdos añejos de cuando ella era valiente y fuerte
Y esperaba a que el mundo viniera a enfrentarla
Ella juraba saberlo, pero ahora jura que él ya no está
Ella miente y dice que lo ama, pero no puede encontrar un mejor hombre...
Sueña en colores, teñidos de rojo, no puede encontrar un mejor hombre.
Miente y dice que aún lo ama, pero no puede encontrar a alguien mejor
Sueña en colores, teñidos de rojo, no puede encontrar un mejor hombre.
No puede encontrar un mejor hombre


Ella lo amó, sí... y no quiere dejar de sentir aquello
Ella lo alimenta, sí... es por eso que ella seguirá sintiéndolo
Pero no puede encontrar a alguien mejor
No puede encontrar un mejor hombre


Better Man es una canción escrita por Eddie Vedder para el disco Vitalogy. El mismo Vedder declaró alguna vez que la canción habla de relaciones abusivas, para luego dedicársela "al bastardo que se casó con mi madre". Puedes ver una versión en vivo pinchando acá

domingo, noviembre 16, 2008

Razón versus corazón.




Lo de hoy me ha roto el corazón.

Cosa no fácil; desde un tiempo a esta parte simplemente lo guardé bajo siete llaves y lo aislé para que nada lo permeara. Solía usar la lógica intransable de 2+2=4 que siempre salva mundos, en vez de buscar quintas patas a los gatos y pensar que ilógicamente 2+2=5 o el resultado que más nos gustaría que fuera.
Sin embargo hoy, conversando contigo, un tornillo se zafó dentro de mi coraza impuesta y mi corazón quedó expuesto a la saeta mortifera del amor maldito que nunca da de frente, sino de lado y cuneteado.

"Elegí estar con él por cariño y por seguridad, no por pasión. Elegí razón versus corazón."

Esas fueron tus palabras. O algo así, con esa intención.

Y es ahí donde a mí se me acaba el mundo. Porque, ¿Qué es razón sin corazón? Una fría ecuación que mata hasta a las piedras. El corazón es imposible encerrarlo, bloquearlo, esconderlo; la misma sangre es caliente y esta bombea como un cañón por las venas de la pasión.
Existir sin pasión ni corazón es el equivalente a vivir sin alma. Y, válgame dios, vivir sin alma es no vivir.

Hoy tengo ganas de lanzarme de lo alto de un precipicio y pensar que lo hice por amor. De sonreír a la vida estúpidamente aunque no tenga una razón de peso. De pedir perdón las mil veces que no lo hice, alimentando mi orgullo que crecía a mi lado como sombra tapando mi sol. De hacer todas esas llamadas que nunca hice por estar muy ocupado, o por dejo.

Hoy, más que nunca, tengo ganas de pensar que 2+2=5, y que todas las estrellas del cielo pueden ser cazadas por mi red de mariposas hecha de esperanzas.
Esta noche, y desde esta hacia adelante, 2+2 = a nosotros dos.

lunes, octubre 27, 2008

Invasión, parte 2




Dicen que las segundas partes nunca son buenas. Ésta no pretende serlo.

Soy el soldado armado en busca de la conquista final, en busca de la playa de Omaha que decidirá mi victoria total y que terminará con mi bandera roja apostada en el medio de tu espalda.
Pero, ¿cómo combatir las armas de tu indiferencia? ¿Cómo diezmar el reino de tu silencio? ¿Cómo rendir ese amor que esquivo balanceas lejos de mí?

Soy el soldado estratega con una misión que parece imposible. Soy el guardián de puertas que no se abren, de sueños que no se concretan. Soy el soldado armado hasta los dientes de besos y sueños mas muerto de miedo de pisar una mina antipersonal y terminar desmembrado en el suelo de tu vida.

¿Cuántas flotas de susurros debo enviar a tu oído para doblar tus murallas? ¿Cuántos ejércitos de rosas sin espinas debo hacer florecer antes que me presentes tu rendición total? ¿Cuántas alianzas debo formar para hacer flaquear el nudo de fuerzas que presentas ante mí?

Soy el soldado decidido al triunfo, con ánimos de lograrlo, con fe en que todo saldrá bien.
Soy el soldado sentado agazapado en la oscuridad al momento justo, la emboscada mortífera que te sorprenderá y volteará tu corazón en dirección hacia mí.

¿Cuánto tiempo más la victoria deberá parecer lejana para, justo en el momento menos pensado, hacerla prevalecer sobre ti?

Sólo el tiempo lo dirá.
El tiempo y ...

martes, octubre 21, 2008

Flores sin estrellas, noches marchitas




Se me ocurrió mirar para afuera por la ventana y no había estrellas.

Por un momento te imaginé, acostada en tu cama, acurrucada en ella con todas las estrellas del cielo debajo de tu almohada, contándolas una a una para poder dormir. La pieza a oscuras y el fulgor resplandeciendo, como si fuera de día. Seguramente estabas ahí, con la cabeza en las estrellas y ellas saliendo de ti reflejándote como espejos, extensiones de tu cuerpo puestas en el cielo. Sólo pensaba ahí que al menos, por un momento, estuvieras pensando en mí.

Volví a la realidad. Estaba yo otra vez, frente al monitor, con la boca seca y los labios partidos. Son noches como esta las que me hacen pensar, desde mi lado consciente, que te extraño y que no debería de haberte soltado la última vez que te vi. Que quizá debería haberte asido y apretado, aunque te enojaras y me odiaras el resto de tu vida. Hoy ya no tengo ni estrellas, solo un manto de penas en racimos marchitos, extrañando hasta el más leve respiro que pudiste haber dejado en mi mente alguna vez.

El reloj suena, la hora no importa, sólo es tarde. Sigo acurrucado, pensando... ya no en las estrellas, sino en la última vez que te vi, y de tu sonrisa de tela adornada con lentejuelas. Sonrisa que no es mía. Y mi sonrisa te acompaña, aunque sea falsa e intencionada.

Esa tarde que te vi...


domingo, octubre 19, 2008

Aferrado


¿Qué hacer si la vida sonríe cuando sonríes?
¿Qué puedo hacer contra la bomba de serpentinas de colores que explotan en mi estómago cada vez que te veo?
¿Cuánto puedo resistir a tus encantos de rocío suave y neblina espesa?
¿Cuánto falta para poder estrechar tus besos rojos y secar tu pena dulce?
¿Cuándo volverás a soplar con fuerzas el remolino de papel de mi alma, como la primera vez?
Que aún gira fuerte, por ti,
y cuyo girar alimenta mi diario vivir.
Girará hasta que lo vuelvas a soplar
Y ninguna otra puede hacerlo
sólo tú.
Mi alma sigue aferrada a la tuya como estrella de mar aferrada a una roca
sin vida más que aferrarse
sin planes más que seguir.

El remolino de mi alma seguirá esperando hasta que vuelvas
a insuflar el aliento de vida que dan tus pulmones
y hasta ese momento,
viviré para esperar, aferrado,
cual estrella de mar.

jueves, octubre 16, 2008

Invasión



Prometo intentar estar un poco más lejos de ti.

Te convertirás en un lugar alejado, pero no olvidado.

Evidentemente que voy a colonizarte. Eres terreno virgen ideal para la expedición que se me ocurra. Lentamente voy a enviar de infiltrados a mis mensajes escondidos, esperando en los lugares que menos piensas. Luego, haré partir navíos completos de palabras al pasar, palabras que desembarcarán en tus oídos directo a tu mente. Después será el turno de la infantería de mis susurros, que avanzará a paso firme por los escalofríos de tu cuello, para que así dejen terreno libre a los paracaídistas de besos que vienen en los aviones de mi cariño, descendiendo directo hasta tu boca abierta en flor para recibir la más devastadora invasión que se haya visto en la historia del mundo. Te conquistaré centímetro a centímetro, hasta que de tu cuerpo no haya ya lugar -por recóndito que sea- que no sea mío. Plantaré mi bandera en el medio de tu espalda, y tomaré tus manos tibias entre las mías, para tranquilizarlas y hacerlas sentir bien. Seremos uno los dos y los dos uno, tibios los dos y ya hechos dos países unificados unidos por deseo, un sentimiento, sin adiós ni olvidos. Sin finales ni palabras tristes.

Mañana comienza la invasión. Más te vale estar preparada...