Devuelve...

La vida pesa en las botas del tiempo y el tiempo mira hacia atrás desconcertado.
El tiempo quiere volver, pero nunca lo hace. Piensa que no es lo debido. Cree que no es lo que se ha visto antes. Todos le imploran que vuelva atrás, para volver a hacer las cosas como debimos, o como quisimos. O como sea, pero distinto. ¿Será mejor la vida ahora, nos sonreirá?
Aún recuerdo cuando te dejé ir; cuando partiste hacia el cielo pintando con tus dedos de princesa un adiós eterno, en el cielo de escarchas, en la nube de estrellas.
Desde esa vez, pensé en detener el tiempo.
Ya no lo pienso más.
Sólo pienso en lo feliz que soy de haberte visto alguna vez, de haberte hablado y de haber casi posado mis labios en tus labios de mariposa furtiva.
Soy feliz con sólo haberte conocido. No te guardo rencor.
Sólo me pregunto si alguna vez la vda nos dará revancha y el tiempo volverá a su forma circular.

Sólo queda esperar...

El cielo de acuarelas

Te presentas como una luz clara, sólida, pero incierta.
De pronto alumbras todo y en mí todo colapsa
intento mirar, pero encandilado sufro el tiempo que brillas
porque sé que pronto ya no estarás conmigo.
Y acá me tienes,
mirando el cielo pintado de acuarelas
mientras tú y la pena vuelan, sin rumbo,
mas la pena queda y tú te vas
y el cielo queda convertido en un lienzo de colores corredizos
mientras no estás.
Un día vuelves y lo pintas todo, otra vez,
para arreciar el desastre cuando partas de nuevo.
¿moriré para ver el mundo desde tus brazos?
¿morirás conmigo para ver las estrellas?
naceremos juntos, el día en que tú mueras.
¿Veremos juntos el amanecer del día incierto?
Tú y yo pintando el lienzo
a trazos partidos
el lienzo del amor que crece como rumor encendido
en cuerpo de mujer, con piel y con labios.

En mí la pena ronda como ángel asesino
mientras cotejo posibilidades inciertas
muevo todas las piezas para encerrarte
mas eres reina de escurrir incesante.

Miro el cielo pintado en acuarelas
mientras lo pintas trazo a trazo
el tiempo en que los barcos zarpan con sus velas
el beso triste de partida
sin mirar ni pena, ni tiempo
mas en una muerte en vida.

Tú en tu cielo de acuarela y el mundo mira lo que pintas. Tus manos de niña llenan cielos cargados de vida, que vas borrando lejos con el sonar de tu partida.



(ahrgh, odio las rimas)

El atrinque

Ande m'hijo acérquese ¿qué fue lo que le dijo anoche a su hermana? yo no entendí mucho, pero una palabra p'a serle bien franco, no me gustó nada. De un tiempo a esta parte "usté" está muy macho, se me va de farra con los amigazos y hasta me parece, m'hijo, que se le ha olvidao que aquí, en ésta casa, yo soy el que mando. Así es que el hijo de su hermana es "guacho" linda palabrita ¿no? cómo ha progresao antes cuando chico, me acuerdo, llegaba llorando a buscar la falda de esa que ha insultao. Me parece m'hijo que hasta se le olvida que mamá murió cuando usted nacía y que fué su hermana la que no dormía pensando en la papa, de usté, al otro día. Aquí, en esta casa, no existe ni un guacho, todos son mis hijos ¿me entendió? y no aguanto que un mocoso'e mierda, como usté, me venga a insultar la reina que tengo en el rancho. Cierto que es soltera y que tiene un hijo, pero si ahora es madre fue por que ella quiso, no como esas otras, que usted ha conocío que se hacen remedio pa' perder el crío. Así es que no quiero nunca más oírlo diciendo algo feo o en contra del niño, Dios es nuestro padre, si falta cariño, y ella es nuestra madre… bueno… porque yo lo digo. Así es que ahora vaya donde está su hermana, le pide perdón y aquí no ha pasado nada, mañana nos vamos con la tropa, lejos, y hace falta un hombre, porque yo estoy viejo. El Atrinque es una de las canciones más emotivas que tiene Tito Fernández, también llamado "El temucano". La escribió cuando tenía 12 años, y yo la escuché cuando tenía 10. El Atrinque es de esas canciones que nunca olvidas y que siempre sientes cercana. Aún cuando no vivimos en el campo, ni tengamos una hermana madre soltera, siempre ayuda a ver a tu padre como una imagen superlativa, enorme y que con sus dos brazos es capaz de abrazarnos a todos. Salud por eso, y viva Chile, mierda.

Sullen Girl

En días como este, no sé qué hacer conmigo.
Ni en todo el día, ni en toda la noche.
Deambulo errante por los pasillos junto a los muros, debajo de mi aliento.
Y me digo a mí misma.
Necesito combustible - para levantar el vuelo -

Y hay demasiado pasando al mismo tiempo.
Pero su calma bajo las olas, en el azul de mi olvido.
Bajo las olas en el azul de mi olvido.

Esta es la razón por la que me llaman niña huraña
Ese no-se-qué usado por mi para navegar en el pacífico y ancho mar.
Pero él barrió con mi costa y robó mi perla -
y dejó de mí sólo una concha vacía.

Y hay demasiado pasando al mismo tiempo.
Pero su calma bajo las olas, en el azul de mi olvido.
Bajo las olas en el azul de mi olvido.
Bajo las olas en el azul de mi olvido
Al fin hay calma en las olas del azul de mi olvido.


Sullen girl es una canción de Fiona Apple aparecida en el disco Tidal, de 1996. Cuando a Fiona le preguntaron por el significado de esta canción en una entrevista, reveló que era una experiencia de vida propia, refiriéndose a lo que ella pasó y pensó tantos años luego de ser violada a los 12 años por un vecino, en las escaleras del departamento donde vivía.